He hablado estos días con personas que vivieron en Francia el Mayo del 68 y sus secuelas políticas. Jean-Pierre Le Goff, Patrick Rotman, Henri Weber o André Glucksmann. Es admirable no haber encontrado en ellos la cargante nostalgia del ex combatiente a pesar de que sus biografía están irremediablemente unidas a aquellos acontecimientos, tan prestigiados retrospectivamente incluso por los que entonces se opusieron, como revelaba recientemente Le Nouvel Observateur en una encuesta. En esas cuatro voces he encontrado un esfuerzo nada complaciente por situar Mayo del 68 como un suceso histórico del que hay que extraer las consecuencias pertinentes, sí, pero en ningún caso salvarlo por el hecho del ‘yo estuve allí’. Pienso en nuestra doblemente horrorosa guerra civil, por lo que fue y por lo que se dice sobre ella.
Ú.
30 de abril de 2008
Ex combatientes
Publicado por ELCE en 11:34
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3 comentarios:
Desenmascarado el estalinismo, la izquierda necesitaba como agua de mayo (nunca mejor dicho), una bandera a la que seguir. El mayo del 68 pasaba por allí. En cualquier caso, ha servido para que Ismael Serrano se diera a conocer como cantautor. Un abrazo, amigo Ú.
Sobre todo porque Ismael Serrano estuvo allí. Me surge una pregunta, ¿se puede escribir sobre lo que nunca se vivió? ¿Es ético? ¿es una fantochada?
Es ficción.
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