En una reciente encuesta, este beso entre Deborah Kerr y Burt Lancaster, en De aquí a la eternidad, salió elegido como el mejor beso cinematográfico. No es de extrañar. Hay un correlato, un paralelismo tan acusado, una fusión tan telúrica entre los elementos naturales y los personajes, que uno puede establecer inmediatas y obvias asociaciones entre la ola espumosa que amenaza con anegarlos, la roca mojada ocultándolos del mundo y el cuerpo bicéfalo que parece levitar sobre el lecho arenoso.
4 de abril de 2008
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1 comentarios:
La vehemencia amorosa queda perfectamente plasmada en esta secuencia,en la que los dos amantes,tumbados en la playa, se besan simulando un abrazo orgásmico.
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