18 de abril de 2008

La Bruni al otro lado del espejo



El desocupado lector eximirá por esta vez al esforzado bloguero de la media docena de epítetos con que acostumbra aderezar sus comentarios. La andrógina belleza compartida de ambas estatuas, así como su paralelismo y simetría, hablan por sí solos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué cara! La de la Bruni y la del esforzado bloguero, of course.

Anónimo dijo...

No disparen al bloguero, please!

Anónimo dijo...

Eta belleza compartida participa de un tipo de intertextualidad mayor que la del texto debido a la posibilidad de transitar en contextos semánticos múltiples y diversos. Pueden someterse a situaciones intratextuales, hipertextuales y ser multimediática.

Anónimo dijo...

Y multiorgásmica, proclamo.