Eloy Tizón es uno de esos escritores de los que me suelo acordar cuando hablo de libros, cuando hablo sobre Literatura con mayúsculas, la que es improbable que se diluya en la maraña del vertedero frenético del tiempo, la que va a perdurar, seguro, en manuales y en reediciones constantes y sonantes. Es un escritor al que va a leer mucha gente, no solo ahora, sino después, más tarde, cuando todo esto del mercado termine y únicamente nos queden los auténticos, los supervivientes, los que trabajan su prosa con mérito de orfebre, los que escriben, en definitiva, sus historias amparados por el prestigio y no por la moda, por la calidad y no por el dinero. Labia es un trabajo fiel a los cánones del estilo de Eloy Tizón, propio e imperecedero, lírico y parsimonioso, una novela con poca trama relatable y que, sin embargo, esconde muchas historias que representan el universo como un enjambre de ficciones, donde se mezclan las voces y los tiempos, donde los personajes, más que personas, son marionetas expresionistas extraídas del cuento, de la leyenda, igual que si fueran de madera y tuvieran los ojos grandes y las manos grandes y los actos muy visuales. Sus personajes hablan en una lengua fabulosa, la de la extrañeza, y cualquiera podría pensar que habitan en la alcoba del surrealismo, aunque realmente lo que hacen es respirar el habla de la poesía, el oxígeno de la poesía, la que transita por los subterráneos más ocultos de la vida y marcha en búsqueda de la comunicación. Eloy Tizón, más que un creador de argumentos, es un fantástico forjador de atmósferas, un mago que extrae de su sombrero un unicornio, un hada madrina o un ser etéreo con las trazas inevitables de un diablo de excelso corazón. En eso se centra la temática de su obra: en la bondad de lo malsano o en la perversidad de la candidez.
31 de marzo de 2008
La labia de Eloy Tizón
Publicado por ELCE en 14:57
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4 comentarios:
Ya nos abemos todos los cuentos, de modo que sólo importan las atmósferas, más o menos respirables.
Creo que Eloy Tizón es único en su juego con las palabras. Coincido con los críticos que le han tildado de ser uno de los mejores narradores españoles. Este libro en concreto reune según sus propias palabras "complejidad, locura y ambición" y es el mejor de cuantos ha escrito.
Labia, palabra, es lo único que le hace falta a la pura tura. Ya lo dijo el exégeta.
De su obra, yo destacaría Velocidad de los jardines y tampoco está nada mal Parpadeos, amobos libros de cuentos. Es un maestro que empieza a ser venerado en el género corto y muy respetado por la crítica en la novela
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