22 de marzo de 2008

La carretera

Con una prosa truncada, elíptica, con frases que evocan un tamtan que certifica la llegada del apocalipsis, McCarthy logra crear una atmósfera irrespirable y un escenario dantesco en el que los dos protagonistas, un padre y su hijo, transitan por una carretera cubierta de ceniza tratando de huir del siniestro futuro que les espera sentado en la cuneta. El coraje de ambos reside en su no rendición, aun a sabiendas de que su victoria, a fuer de pírrica, les haga envidiar a los ya muertos. En el fondo se trata de una partida siniestra sobre un tablero calcinado, en el que la muerte parece complacerse en alargar artificiosamente la partida para revalorizar su victoria. Desde el primer párrafo, Corman McCarthy nos formula preguntas que hubiésemos preferido no hacernos: ¿seríamos capaces de matar a nuestro propio hijo para evitarle más sufrimientos?, ¿dónde se hallan las fronteras entre la heroicidad y la cerrazón? Como ambos personajes por la carretera, el lector avanza por las páginas contra toda esperanza. No hay salida, nos dice el autor. Y sin embargo, debemos agotar el último cartucho, disparar la última bala, para así partir definitivamente con el triste consuelo de morir matando.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Curiosamente, ayer mismo dejé de leer este premio Pulitzer. Muy recomendado por mi entorno más próximo, he hecho el intento tres veces, y, si bien la historia me parece interesante, su estilo me saca continuamente de ella. El continuo polisíndeton "y"; los diálogos simplistas, por imitar la oralidad y la angustia vital, pero simplísimos con el "vale", "Vale" como conclusión... y el abuso y mal uso de los gerundios no me permiten disfrutar de la historia. Bien es cierto que elegí la edición de Mondadori, traducida, e igual influye, pero, ¡leñe!, con Saramago no me pasa.

Anónimo dijo...

Reconozco que el estilo multiplica la monotonía del texto:soledad, cenizas y carretera, todo gris. Mas creo que es muy discutible lo del mal uso de los gerundios. El autor explota un estilo nominal al que nos tiene más acostumbrado el poema: uso de formas no personales de los verbos, frases brevísimas de adjetivos o sustantivos geminados...que interrumpen el discurso hermosamente. Es lo que más me gusta y ese no contar nada porque ya está dicho todo. No obstante, Saramago es genial. Vale.RO.

Anónimo dijo...

Supongo que al hablar de Saramago, te refieres a Ensayo sobre la ceguera. Es un libro muy parecido al de McCarthy.Creo que los dos libros muestran personajes y sentimientos desnudos y a través de sus cortos diálogos reflejan de forma muy clara el estado de ánimo de los personajes.The road utiliza la relación padre-hijo como una especie de metáfora sobre la condición humana.Creo que tras la simplicidad de los diálogos a los que haces referencia en tu comentario,se esconde una gran lucha de superación por parte de los personajes.Indudablemente es un libro que invita a la reflexión y que debe ser leído de forma crítica.

Anónimo dijo...

Me gustaría que alguien me explicara qué son los sustantivos o adjetivos geminados.Nunca lo había leído

Anónimo dijo...

Definitivamente este es un blog de culto. O de cultos, vaya usted a saber. Y sí, que se explique el genio geminado.

Anónimo dijo...

Geminar: duplicar. Figuradamente o que yo me lo figuro así ejemplos de este tipo: "En el pequeño valle la serpiente todavía gris de un río. INMÓVIL Y PRECISA". Abundan este tipo de descripciones esquemáticas y nerviosas: frases sin verbos que se matizan con un par de adjetivos.

Anónimo dijo...

¡Virgen santa!