16 de marzo de 2008

Aquí se viene a trabajar (en Francia)

Llevó Nuria a su hijo pequeño al colegio de sus hermanos mayores. Un centro de un cierto nivel en el distrito XVI de París, privado y no sé si católico, aunque suelen ser sinónimos en esta zona chic de la capital.
La profesora que la recibió le colocó el discurso al uso de quien ha recibido ya a muchos padres y les presenta lo que el colegio hace con sus alumnos. El colofón fue el siguiente:
--Aquí los niños vienen a trabajar.
Nuria no encontró palabras, pero sí debió asomar a su rostro cierta involuntaria contrariedad, acaso estupor, que la maestra advirtió, porque se vio obligada a precisar que también tenían recreo.
Me pregunto si las encomiables aspiraciones del colegio son auténticas y, en ese caso, lo duro que debe resultar para los niños la enseñanza francesa; o solo es el discurso probado que los padres del XVI desean escuchar: ‘Aquí se viene a trabajar’.
El niño tiene dos años y medio.

Ú.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que pena, la enseñanza cada vez me da más miedo.

Anónimo dijo...

No es miedo exactamente lo que produce la enseñanza, es más bien desconfianza absoluta.Creo que cada día somos más los que desconfiamos de un sistema educativo anquilosado y anclado en el pasado que pasa por distintas jergas legales que van desde las competencias a la diversidad curricular y otros terminos semejantes que un día estan de moda y otro desaparacen. Todo esto se hace con la intención de demostrar a los distintos miembros de las comunidades educativas que la enseñanza evoluciona, pero en realidad no es más que una tapadera
para ocultarnos la verdadera realidad de nuestro actual sistema educativo.