24 de marzo de 2008

El vendedor de crecepelo

¿Por qué ha caído Sarkozy tanto la estima entre los franceses? La curva histórica a los seis meses de mandato se ha cumplido ineluctablemente, según el manual. Pero, ¿acaso Chirac concitó el contenido entusiasmo de este Sarkozy? Los franceses castigan a sus presidentes por rutina, pero ahora castigan también su propia ingenuidad, la de los que creyeron su leyenda, la de que sin rigor ni sacrificios, solo con la cara bonita, iba a dejar el país niquelado, pero ya. En seis meses han visto que predicar, sí, pero dar trigo, nastis de plastis. ¿Qué ha hecho el mentado presidente mientras los franceses sentían el vacío existencial en sus bolsillos? Pues follar. Follar con una tía buena a la luz de todo el mundo, no como si quisiera follar, sino como si quisiera que se supiera. Y los franceses, contritos por no arrimar un poco de parné a sus bolsillos y cabizbajos por haber sido estafados por un vendedor de crecepelo. Lo imperdonable no es la mentira, sino publicitar el timo.
Ú.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Y sin embargo, estos ejemplares de barra de bar, con su vocabulario alicatado hasta el techo, tienen su público. Lo tienen Aznar, Berlusconi... No se andan con medias tintas: los homosexuales son maricones, los inmigrantes viene a robarnos el pan de nuestros hijos y con la patria no se juega.