Toda religión, y el progresismo no deja de ser una religión laica, necesita de un santoral y una iconografía. La izquierda biempensante se relame de gusto ante esta foto. Ahí es nada: una mujer, y encima embarazada, pasando revista, como comandante en jefe, a la otrora bestia parda de la democracia española. El grave semblante, el rictus protocolario, la verticalidad cuartelaria, el desfile en la máquina del tiempo, los soldados debidamente dispuestos según su altura, la mirada oteando el horizonte aéreo y las banderas ondeando al fondo, como quien estampa la firma por triplicado en el documento gráfico. No importa que gran parte de los soldados que aparecen no sean españoles, no seamos aguafiestas. Tampoco si tiene sentido mantener un ejército para batallas perijileras, con viento de levante al alba. Como dijo la flamante ministra, griten con don Latino de Hispalis y conmigo: ¡Viva España!
7 de mayo de 2008
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6 comentarios:
La integración de la mujer en el ejército lleva implicita la destrucción de la lucha feminista porque supone ingresar en una institución cuyos valores son el patriarcado, el autoritarismo, el machismo, etc.
¡Cuánta razón tienes! ¿Por qué tengo la sensación de que se está utilizando la lustrosa barriga de Chacón como los limones del Caribe del desodorante Fa?
¿Quieres decir que con la barriga de la ministra, nos están vendiendo la imagen de felicidad que se respiraba al contemplar el famoso spot publicitario de los 80?
Quiero decir: "No nos utilicen, canallas, que luego nos da por imitarles en todo, así que pongan sus barbas a remojar".
Me has hecho reir un rato. En eso no les imitaremos. No tenemos barbas.
En una charla de un escritor famoso en el IES, fui reprendido por el invitado (LOrenzo? Silva),al referirme a una de sus novelas como "antimilitarista". Antimilitarista no significa odio o desprecio por los militares de carne y hueso, sino demanda de nuevos escenarios internacionales, en los que se rebaje el peso de la industria armamentística en la economía mundial y sobretodo la abolicióm, la execración, las superación de las soluciones militares, esto es, violentas,a los problemas humanos. En este sentido tampoco a mí me gusta una mujer al mando de un ejército.
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