28 de mayo de 2008

TERGIVÉRSATE: Poesía (1984-1997), Manuel R. Martín.




“Nadie nos contó
que la vida podría ser un paraíso trágico,
un verso tímido, brevísimo,
-a lo ignorado”.

La palabra no muere y desconoce el lugar donde habita el olvido. Por eso, hoy, nos devuelve a un poeta delicado, exigente, minucioso, apasionado, rebelde, brillante, fugaz…

Manuel R. Martín nació en Madrid en 1967. Desde muy joven, desde sus tiempos de estudiante en el instituto, descubrió que experiencia y poesía eran dos hermanas gemelas que caminaban de la mano. Su primer libro de poemas (Pesa el deseo recordado, 1985) habla de la lucha honda entre realidad y deseo, de la tristeza infinita, de los recuerdos rebeldes, de todas las quimeras del mundo, de los amores que necesitan una palabra precisa… Su voz no es la de un poeta principiante que con torpeza empieza a rimar versos, sino que sorprende por su madurez, cultura y lecturas asimiladas (Cernuda, Gil-Albert, Biedma, Aleixandre, Claudio Rodríguez..)

Con posterioridad, Manuel R. Martín estudió Filología Románica en la Universidad Complutense. Al acabar la carrera, ya se había convertido en un poeta prometedor, que publicaba poemas sueltos en importantes revistas literarias como Cuadernos de Poesía. Su escritura, tras sufrir numerosas correcciones y experimentos, parecía preparada para volar como las alas de un águila.

Sin embargo, de golpe y a deshora, llegó la enfermedad. Hasta que pudo Manuel escribió poesía con exigencia, pero también destruyó sin contemplaciones todos sus cuadernos antes de morir. Por suerte, dejó también una obra póstuma de exquisita calidad.

Su voz no merece permanecer más tiempo en el olvido.mls

BIENVENIDA A JAIME GIL DE BIEDMA

“De la vida me acuerdo, pero dónde está”

Llegarán días en los que el invierno
o el amor
sea contemplar de madrugada el regreso
de un hombre maduro.

Es a este adulto inseparable, decepcionado,
a quien he de esperar
aparentando que duermo.
Le veré desnudarse con dificultad,
acostarse tan cerca de mí
que pronto reconoceré el llanto y el odio
que ya empieza
-camaradas y solitarios desde la niñez-
a arrastrar.

(Y por mañana la vida
en la habitación que ventilamos
pero recuérdamela)

Madrid, 21 de abril de 1985.

Poesía (1984-1997), Manuel R. Martín , ed. Point de Lunettes (2006).


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece que es uno de tantos poetas anónimos que olvida la historia, porque esa es precisamente su misión, la de ser ingrata. Un buen poema.

Anónimo dijo...

Un lindo homenaje a este poeta conocido por ti (mls) y desconocido casi casi para todos los demás. Como decías resuelve en sus versos el debate que aquí mismo mantuvimos sobre clásicos y modernos. A mí me ha sorprendido especialmente la madurez y asimilación de sus lecturas. Este poema lo escribe con 18 años.Gracias por presentárnoslo. RO.

Anónimo dijo...

La historia puede ser ingrata, pero no la palabra.

La palabra es atemporal, como la poesía. Por eso tiene sentido reseñas inútiles, contra toda esperanza.

Gracias por dejarme presentar a todos a Manuel. mls