31 de marzo de 2008

La labia de Eloy Tizón


Eloy Tizón es uno de esos escritores de los que me suelo acordar cuando hablo de libros, cuando hablo sobre Literatura con mayúsculas, la que es improbable que se diluya en la maraña del vertedero frenético del tiempo, la que va a perdurar, seguro, en manuales y en reediciones constantes y sonantes. Es un escritor al que va a leer mucha gente, no solo ahora, sino después, más tarde, cuando todo esto del mercado termine y únicamente nos queden los auténticos, los supervivientes, los que trabajan su prosa con mérito de orfebre, los que escriben, en definitiva, sus historias amparados por el prestigio y no por la moda, por la calidad y no por el dinero. Labia es un trabajo fiel a los cánones del estilo de Eloy Tizón, propio e imperecedero, lírico y parsimonioso, una novela con poca trama relatable y que, sin embargo, esconde muchas historias que representan el universo como un enjambre de ficciones, donde se mezclan las voces y los tiempos, donde los personajes, más que personas, son marionetas expresionistas extraídas del cuento, de la leyenda, igual que si fueran de madera y tuvieran los ojos grandes y las manos grandes y los actos muy visuales. Sus personajes hablan en una lengua fabulosa, la de la extrañeza, y cualquiera podría pensar que habitan en la alcoba del surrealismo, aunque realmente lo que hacen es respirar el habla de la poesía, el oxígeno de la poesía, la que transita por los subterráneos más ocultos de la vida y marcha en búsqueda de la comunicación. Eloy Tizón, más que un creador de argumentos, es un fantástico forjador de atmósferas, un mago que extrae de su sombrero un unicornio, un hada madrina o un ser etéreo con las trazas inevitables de un diablo de excelso corazón. En eso se centra la temática de su obra: en la bondad de lo malsano o en la perversidad de la candidez.

30 de marzo de 2008

Bajo los adoquines está la playa (petrificada)

Nunca una consigna ha sido más acertada. Como si fuera un pasaje de los manuales de los alumnos de minas en Mayo del 68, porque a esta consigna hay que darle un contenido literal: la playa está debajo de París y encima, a la vista de todos, porque la piedra de talla con la que está edificada procede de la cantera de Ouachére y Corpechot, en Saint-Maximin, cerca de Creil (Oise). La piedra ligeramente tostada, calcárea, a veces con tonalidades ocres procede de una zona pantanosa tropical de hace 45 millones de años, en el terciario. El mar, poco profundo, fue acumulando sedimentos durante 5 millones de años. Esos restos están debajo de París y también en las canteras de Saint-Maximin, donde son más accesibles. Así que esa revolución moderna con regusto retro de Mayo del 68 acertó en lo de la playa, pero cuando escarbaron se la encontraron petrificada.
Ú.

29 de marzo de 2008

Apego

A vida é feita de apegos. A gente se apega a pessoas, animais, bairro onde vivemos, à casa onde moramos, a locais apenas visitados...Há um sem fim de possibilidades. O apego é um sentimento gostoso e quase sempre desemboca em saudade. Uma saudade gostosa, posto que conseqüência do apego.
Conheço um leitor que tem um tipo especial de apego: ele se liga de corpo e alma aos personagens dos romances que lê e passa muito tempo dedicado a um só livro. Lê bem devagar cada capítulo, às vezes apenas um por dia, e muitas vezes nem isso. Seguidamente, dribla a própria curiosidade e adia como pode a leitura final. Quando vê, já está íntimo dos personagens, entra de cabeça em suas vidas, vibra diante das atitudes coerentes, chora os insucessos e frustra-se com os rumos inesperados que as coisas tomam. Mas, como não é possível postergar indefinidamente aquela convivência, um belo dia a leitura chega ao fim e começa o luto pelos personagens que se foram. Impossível esquecer tão rápido aquele mundo imaginário onde se viveu por semanas. Alguns personagens ficarão para sempre em sua memória. O próximo livro terá que esperar. Alguém, à guisa de consolo, lhe disse que há muitos outros personagens ansiosos por um leitor e que não vale a pena tanto apego. Em vão! O luto continua; é necessária uma pausa! Por enquanto, não há espaços para novas amizades.
Mas há pessoas que fazem uma leitura tão técnica que não correm nenhum risco de uma ligação mais estreita e emocional com a estória do livro, e muito menos com os personagens. Talvez encontremos nesse tipo de comportamento uma solução para o nosso leitor. Uma leitura crítica, que busque escorregões gramaticais, como o abuso de substantivos e adjetivos geminados, de gerúndios redundantes e de “polisíndetones”, etc. Nesse caso, talvez ele se livre do apego, porque, numa leitura assim, a emoção seria apenas um detalhe.

28 de marzo de 2008

La música de la esfera llamada "Tierra"



Lo que sigue es un fragmento de "Vida y destino" de Vasili Grossman en el que la música es horrorizada testigo de la cara más cruel y sañosa del siglo pasado.
"La gente de los campos, la gente de la cárcel, la gente que se ha escapado de la prisión, la gente que marcha hacia su muerte conoce el extraordinario poder de la música. Nadie siente la música como los que han conocido la prisión y el campo, como los que marchan hacia la muerte. La música que roza al moribundo no resucita en su alma la esperanza ni la razón,sino el milagro agudo y sobrecogedor de la vida. De la columna brotó un sollozo. Parecía que todo se hubiera transformado, que todo se hubiera fundido en una unidad. Todo lo que se había fragmentado: la casa, el mundo, la infancia, el camino, el rumor de las ruedas, la sed, el miedo y esta ciudad que emergía de la niebla, esta aurora roja y pálida, todo se fundió de repente, pero no en la memoria o en un cuadro, sino en la percepción instintiva, ardiente, dolorosa de la vida pasada. Allí, en el resplandor de los hornos, en la plaza del campo, la gente percibía que la vida era algo más que la felicidad, que también era maldad. La libertad es difícil, a veces dolorosa: es la vida. La música supo expresar la última agitación de sus almas, que unían en su ciega profundidad las alegrías y penas experimentadas a lo largo de lavida con aquella mañana brumosa, con el resplandor sobre sus cabezas. O tal vez no era así. Tal vez la música sólo era la llave que permitía acceder a los sentimientos de los hombres, no lo que les llenaba en aquel horrible instante, sino lo que les abría las entrañas. Suele pasar que una canción infantil haga llorar a un anciano. Pero no es por la canción por lo que llora; esa es sólo la llave que abre su alma. Mientras la columna dibujaba lentamente un semicírculo alrededor de la plaza, por las puertas del campo entró un coche color crema. De él bajó un oficial de las SS con gafas y un capote con cuello de piel que hizo un gesto de impaciencia, y el director de la orquesta bajó en el acto las manos en un movimiento desesperado, haciendo cesar bruscamente la música".

27 de marzo de 2008

Un elixir de placeres

supuso la contemplación de estas dos obras, entre otras, en el nuevo espacio cultural recién inaugurado en Madrid. Además de la exposición de esculturas al aire libre (muy europeo), existen en el centro distintos espacios dedicados al arte contemporáneo y a exposiciones temáticas de todas las épocas; un auditorio; salas de conferencias y videoconferencias; amplios espacios abiertos al descanso y a la observación; exposición audiovisual (de cortos de animación, en este caso); una agenda de actividades culturales para adultos, mayores, niños, familias y colegios… Parece que el centro tiene como objetivo ser esencialmente, en efecto, un foro dedicado a las artes y que, cuando el arte se pone al servicio de los ciudadanos, los ciudadanos muestran interés y eligen dedicar parte de su tiempo a disfrutar de él, a interaccionar con las múltiples obras y posibilidades.

Dos de mis obras favoritas en esta ocasión:

L´amour fou, 1984. Miquel Barceló. El mar baña la biblioteca en penumbra, mientras él contempla extasiado la escena. El saber infinito entre las páginas esparcidas, el olor a agua salada, el frescor sobre la piel… De la conjunción de la cultura, la naturaleza y el ser humano, deriva el placer absoluto. El mar y su contemplación incansable, la desnudez del cuerpo, la biblioteca repleta se funden para conformar un universo armónico de placer – saber. En la biblioteca, motivo recurrente en otras obras del artista, se distinguen, entre los lomos, los nombres de algunos autores, como Góngora o Poe, mientras otros sólo aparecen desdibujados junto a las páginas y páginas abiertas en el centro de la escena.

Canon perpetuo, 2004. Cornelia Parker. El sonido de una estridente melodía retumba entre los instrumentos. Se inicia otra, más intensa aún, resultado del rebote de las notas sobre el metal de los tubos. Silba el viento en sordina alrededor de la sala, duele el silencio contemplativo. Los instrumentos de viento bailan al son de la gran tuba. Turbación de los sentidos.

N. S.

The New Yorker


Corroborando el conocido adagio que afirma que de noche todos los gatos son pardos, este de la portada de la exclusiva revista New Yorker se pasea, más bien desliza, sobre la barandilla de una terraza desierta. Con curiosidad y desconfianza felinas, observa el interior, acechante siempre. Junto a la tupida alfombra de violetas se recortan la silueta de un árbol y la propia sombra del gato. Al fondo aparece otro árbol vagamente antropomórfico y un telón de azul desvaído talonando la noche. Sólo la barandilla parece negarse a la inmersión en las sombras, y bebe desafiante el último chorro de luz para lucir sus mejores galas. El gato está fuera. Lo que ignoramos es dónde estará el dueño de la butaca vacía.

25 de marzo de 2008

Frankenstein (J. Searle Dawley 1910)

Si toda historia de la interpretación cinematográfica es en sí misma una historia íntima de la alegoría fílmica, no debiera sorprendernos el hecho de que el mito, en su multiforme y dilatada génesis, se convierta en el germen, a su vez, de otras muchas multiformes y dilatadas exégesis.

Primera adaptación cinematográfica de la novela de Shelley, el fime se desarrolla como se desarrollan las podas invernales, despojando esquejes y fortaleciendo el esqueleto, por lo que tras esbozar la trama, de sobra conocida por cualquier auditorio, el rudimento narrativo va poco a poco orillándose hacia el análisis freudiano.

El monstruo frente a frente con el monstruo en ese intento tan antiguo de matar al padre, la doblez psicótica y la narcosis de la consciencia, la migración de las almas y el desdoblamiento de la personalidad dejan de ser, por tanto, tan sólo exequias hermenéuticas para cobrar sentido pleno, habida cuenta, además, de que el verdadero y único horror es el horror reflejado en el espejo.

Nosotros. El nuestro.

M.V.

24 de marzo de 2008

El vendedor de crecepelo

¿Por qué ha caído Sarkozy tanto la estima entre los franceses? La curva histórica a los seis meses de mandato se ha cumplido ineluctablemente, según el manual. Pero, ¿acaso Chirac concitó el contenido entusiasmo de este Sarkozy? Los franceses castigan a sus presidentes por rutina, pero ahora castigan también su propia ingenuidad, la de los que creyeron su leyenda, la de que sin rigor ni sacrificios, solo con la cara bonita, iba a dejar el país niquelado, pero ya. En seis meses han visto que predicar, sí, pero dar trigo, nastis de plastis. ¿Qué ha hecho el mentado presidente mientras los franceses sentían el vacío existencial en sus bolsillos? Pues follar. Follar con una tía buena a la luz de todo el mundo, no como si quisiera follar, sino como si quisiera que se supiera. Y los franceses, contritos por no arrimar un poco de parné a sus bolsillos y cabizbajos por haber sido estafados por un vendedor de crecepelo. Lo imperdonable no es la mentira, sino publicitar el timo.
Ú.

22 de marzo de 2008

La carretera

Con una prosa truncada, elíptica, con frases que evocan un tamtan que certifica la llegada del apocalipsis, McCarthy logra crear una atmósfera irrespirable y un escenario dantesco en el que los dos protagonistas, un padre y su hijo, transitan por una carretera cubierta de ceniza tratando de huir del siniestro futuro que les espera sentado en la cuneta. El coraje de ambos reside en su no rendición, aun a sabiendas de que su victoria, a fuer de pírrica, les haga envidiar a los ya muertos. En el fondo se trata de una partida siniestra sobre un tablero calcinado, en el que la muerte parece complacerse en alargar artificiosamente la partida para revalorizar su victoria. Desde el primer párrafo, Corman McCarthy nos formula preguntas que hubiésemos preferido no hacernos: ¿seríamos capaces de matar a nuestro propio hijo para evitarle más sufrimientos?, ¿dónde se hallan las fronteras entre la heroicidad y la cerrazón? Como ambos personajes por la carretera, el lector avanza por las páginas contra toda esperanza. No hay salida, nos dice el autor. Y sin embargo, debemos agotar el último cartucho, disparar la última bala, para así partir definitivamente con el triste consuelo de morir matando.

16 de marzo de 2008

Aquí se viene a trabajar (en Francia)

Llevó Nuria a su hijo pequeño al colegio de sus hermanos mayores. Un centro de un cierto nivel en el distrito XVI de París, privado y no sé si católico, aunque suelen ser sinónimos en esta zona chic de la capital.
La profesora que la recibió le colocó el discurso al uso de quien ha recibido ya a muchos padres y les presenta lo que el colegio hace con sus alumnos. El colofón fue el siguiente:
--Aquí los niños vienen a trabajar.
Nuria no encontró palabras, pero sí debió asomar a su rostro cierta involuntaria contrariedad, acaso estupor, que la maestra advirtió, porque se vio obligada a precisar que también tenían recreo.
Me pregunto si las encomiables aspiraciones del colegio son auténticas y, en ese caso, lo duro que debe resultar para los niños la enseñanza francesa; o solo es el discurso probado que los padres del XVI desean escuchar: ‘Aquí se viene a trabajar’.
El niño tiene dos años y medio.

Ú.

Bio


Ele chegou quando a casa estava vazia. Vazia dos sons dos filhos que partiram, e à espera dos netos que ainda estariam por vir. Sua chegada foi circunstancial, nada teve a ver com preenchimento de vazios. Recebeu o nome imponente de Toríbio, personagem de uma obra de Érico Veríssimo, um dos grandes escritores gentios. Rápido ganhou o apelido de Bio: afinal Toríbio era um nome muito grande para aquela miniatura de gente! Todo branquinho, peludo, com um olhar firme decidido, o perrito logo mostrou que seria tão voluntarioso como os outros dois homens da família. A única mulher da casa entrou em pânico, com a perspectiva de que sobrassem para ela os encargos práticos, como idas ao Pet Shop, visitas ao veterinário e a organização da rotina do novo e ilustre morador. Mas Bio não veio para causar pânico ou desajustes! Em pouco tempo conseguiu unir a família em torno dele e em torno de si mesma; e vieram os diálogos, os acertos importantes, as tomadas de decisões e as divisões de responsabilidades. Bio, hoje aos oito meses, preenche todos os espaços da casa e comove a todos com seu jeitinho carinhoso e brincalhão. Já não se concebe a vida sem ele. Quando os netos chegarem, Bio já será um homem adulto e terá então maturidade suficiente para dividir com eles o seu enorme espaço no coração da família.

14 de marzo de 2008

El descanso del verdugo


Lo que a primera vista parece una enternecedora, fraternal y bucólica imagen de un grupo de camaradas divirtiéndose con cierta elementalidad varonil en la falda de una colina, es en realidad un grupo de oficiales, entre ellos Rudolf Hoess y el doctor Mengele, en las proximidades del campo de concentración de Auschwitz. Nada hace intuir en esos rostros risueños todo el horror que habita a escasos metros de donde se encuentran. En la primera fila, los cargos principales mantienen un jerárquico silencio, complacidos eso sí con la algarabia primaria de sus subalternos. Saben que el ojo del amo engorda el caballo, y que, bien mirado, incluso el verdugo más vocacional requiere un momento de asueto. Les conviene tomarse un respiro, antes de volver a oler el pútrido aliento de la ideología nacional.

10 de marzo de 2008

TERGIVÉRSATE: La miel salvaje, Miguel Ángel Velasco


Cráneo privilegiado cuyas hipnóticas metáforas sirven de hermano de Rómulo a la poesía. Te mereces trescientos años de silencio y toda una generación que te reverencie y que te imite, pero que no te mate, sino brillo. Metafísico estáis y alegre el visionario que contempla vuestros versos. RO.

LA ROSA SECRETA

El cáncer es una fiesta de las células.

Hay una oscura rosa acurrucada
allá en tu propio fondo, en lo más tuyo,
profundo y extranjero.
No sabes su color, pero es tu sangre.
Arraiga en el ramal de tus entrañas.
La abonas con tu amor y con tu miedo.
Se cuaja en ese lecho de tus sueños más firmes
y entre la grava de tus pesadillas.
La riegas con tus lágrimas
no vertidas a tiempo.

Estaba en ti esa rosa desde siempre,
inscrita tu semilla antes del vértigo
del ovario y del rayo.
Desde el caudal abierto fue a parar
a tu breve corriente;
la transportó tu savia, y se hizo carne.
Allí, sin prisa, espera; hace memoria
de su lejano clima;
desarrolla su órbita precisa,
el milenario anillo repetido;
extiende las raíces, excavando
su soterraño cielo.
Se anuda en tierno hilo a ese pespunte
de las estrellas hondas,
aguardando el instante
de pulsar una música extremada:
esa apretada munición que impulse
el mortero del tiempo, dispersando
la alta metralla de la noche en fuga.

Será entonces
cuando la inusitada rosa alumbre,
con naturalidad, la artificiera
carga de su paciencia y lance, airosa,
en sed de firmamento sus bengalas
de fiebre, hacia el exceso renovado
de una fiesta remota.

Se encumbrará la púrpura
de tu jardín recóndito
al son de una violenta primavera.
Abrirá un cauce por tu cuerpo, en pos
de su cuenca escogida.
Y al llegar a la bóveda del ojo,
con la presión de un pétalo encendido,
levantará su párpado esa rosa
hambrienta de la luz. Y estarás ciego.


La miel salvaje, M. A. Velasco (visor 2003)

XV Premio Internacional de Poesía Fundación LOEWE.

8 de marzo de 2008

Aznar en L’Express

Leo en L’Express una entrevista con José María Aznar, que “trabaja para crear los fundamentos de un liberal-conservadurismo europeo”, “volcado en la reflexión intelectual”, sin olvidarse de citar su asiento en el consejo de administración de News Internacional, el imperio Murdoch.

La “reflexión” de Aznar es una declaración sobre su liberalismo, las raíces cristianas de Europa y el relativismo del 68. Luego, alusiones políticas a Kosovo, la unidad de España y las reformas europeas, no muy originales.

En España se confunde ideología con doctrina, que acaba revistiendo la forma más bien de doctrinilla y beatería de un signo u otro. Los políticos españoles no explicitan su marco ideológico, solo hablan de lo que supuestamente “interesa a la gente”, como si los fundamentos de la política se dieran por hechos o fueran superfluos, cuando no contraproducentes.

En Francia no es así.

Los políticos franceses tienen incorporado al discurso una parte ‘teórica’, a veces predominante, como cuando Sarkozy despotricaba contra el “espíritu del 68” y le achacaba hasta los desvaríos del capitalismo financiero. Entre otras cosas, eso es lo que hace más seria, más pretenciosa y más plúmbea la política francesa.

Y su carencia, lo que rebaja entre otras cosas la española a lo trivial.

Ú.

Mulher

A mulher tem hoje seu dia especial. Nem os homens conseguiram isso! E eles nem precisam perder tempo com sentimentos de ciúmes ou despeito. Afinal, pertencem a eles todos os demais dias do ano. Mas isso é uma provocação, e não é assim que pretendo encaminhar minha prosa. Quero apenas falar de um tipo de mulher: daquela que muito cedo descobriu que não queria desempenhar o papel de vítima suspirosa, seja no lar materno, no trabalho ou nas relações sociais. Aquela que cresceu vencendo cada obstáculo com doses às vezes ingênuas de otimismo, com algo de sagacidade e, principalmente, sem dramatizar a situação. Aquela que, na hora certa, não permitiu a ninguém a mínima ingerência na escolha dos seus parceiros sentimentais e arcou com as conseqüências, abdicando da cômoda situação de deixar na conta de outrem os possíveis desfechos negativos. E foi levando a vida, sem parar para pensar se o mundo era mais masculino que feminino. Claro que essa mulher a que me refiro tem memórias de frustrações, tem consciência dos erros cometidos, preocupa-se com o mundo violento à sua volta, posto que vive com intensidade a sua cidadania. Mas a “danada” conhece momentos felizes, continua tentando de todas as maneiras realizar seus sonhos e projetos, acredita em amizades, e consegue sobreviver muito bem nesse mundo supostamente masculino. E hoje, ela vai sair de casa, vai receber flores no supermercado e na farmácia, talvez até troque homenagens com as filhas, e certamente receberá um abraço dos homens da casa.
Lu.Brasil

7 de marzo de 2008

Los idus de marzo

Hay un mar de fondo de banderas agitándose al compás de una música festivalera que baña los rostros entregados de los presentes. En primer plano, el subalterno parece estar a punto de dar el beso de gracia a su jefe, pero no es el caso. Lo que sucede en realidad es que, diligente y eficaz, le está transmitiendo la mala nueva, ejerciendo la ingrata labor del heraldo que anuncia la maldición de la mancha negra. El rostro visto frontalmente del líder es todo un poema sin rima ni métrica, un versículo pagano. La suya es una mirada que converge en un imposible punto de fuga, y es del todo prescindible ese subrayado circunflejo de las cejas. Con su expresión parece confirmarnos que el tránsito de la euforia a la desesperación, el descenso fulminante a los infiernos, puede ser tan vertiginoso como el vuelo a ras de tierra de un AVE. Su semblante sombrío es la prueba palpable de que los éxitos son volátiles como cualquier gas innoble, mientras que los fracasos tienen todos la solidez mineral de la piedra de Sísifo.
JF

6 de marzo de 2008

Igor Mitoraj


Es la mitología, que se asoma breve por la piel de las esculturas de Igor Mitoraj, uno de los artistas europeos más sólidos del panorama internacional contemporáneo.

El Paseo del Prado ha sido el lugar elegido para poder disfrutar de sus obras, esculturas en bronce de torsos mutilados, diminutas cabezas escondidas en el cuerpo, mortales alados que acaparan la mirada del espectador, que se ve sorprendido por cuerpos que toman la apariencia de piezas arqueológicas rescatadas del clasicismo greco-romano.

Calificado su estilo como transneoclásico y lejos del arte posmoderno, Mitoraj hace un llamamiento a la proporción y la naturalidad desde una perspectiva actual.

Sus esculturas se pueden tocar, requisito imprescindible para poder comprender y contemplar, por medio del tacto, la conexión entre lo bello y lo enigmático.

G.S.

5 de marzo de 2008

La lección de música

La invención del relato: el tiempo humano se resume en eso.

La invención de la melodía no es humana y lo precede.
(Pascal Quignard)

Una voz que se quiebra. Una voz que muda. Naturalmente, es la voz de un muchacho. El muchacho pierde su voz aguda, que evoca el paraíso de la infancia. Esta muda, que refleja la simétrica muda de los genitales, la pubertad, y, por tanto, el despertar a la sexualidad adulta, es a su vez el eco de esa otra que tuvo lugar muy pronto, con el desarrollo del lenguaje articulado, y que supone la pérdida arquetípica, la del Objeto del Deseo del cual todos los demás no serán sino sustitutos, el abismo ya para siempre insalvable y el principio del misterio de la duración y del tiempo.

Pérdida del paraíso de la infancia, pero también de la acogedora situación de niño de coro de alguna iglesia o catedral, con cama, manutención y educación aseguradas. Arrojado a un mercado inseguro, cruel, con el solo bagaje de su educación, sus conocimientos musicales y, ciertamente, un talento inmenso espoleado por la casi insoportable nostalgia de la voz infantil. De la pérdida nace la necesidad de dominar la nueva voz, la voz de bajo representada por el sonido instrumental del bajo de viola, y conseguir de ella las inflexiones más sutiles, capaces de imitar "las más bellas alteraciones de la voz humana" y expresar así toda la variedad de los affetti, de la dulzura al desgarro, del sosiego al arrebato. Y nace también la necesidad de componer. El muchacho llegará a ser "ordinaire de la chambre du roy pour la viole" y uno de los grandes compositores franceses de la época.

El muchacho es el joven Marin Marais (1656-1728), y sus maestros serán Sainte-Colombe en el bajo de viola, y el gran Lully en composición.




Una imagen maravillosa: Después de estudiar con Sainte-Colombe, Marais le espía escondido bajo el suelo de la cabaña donde el maestro se retira a practicar, un espacio de resonancia que es una imagen de la caja de resonancia de los instrumentos de cuerda, a su vez imagen de ese otro espacio de resonancia –de la voz de la madre- que es el vientre materno.

Todo esto y mucho más es lo que nos cuenta en su primera parte esa breve joya de la reciente literatura francesa que es La lección de música (La leçon de musique, 1987) de Pascal Quignard. Una novelita que se desarrolla en tres partes, urdidas en torno a tres personajes, dos reales, el tercero de leyenda, en un estilo fragmentario, característico de su autor, que alterna las reflexiones filosóficas en torno al origen y el sentido de la música y del relato, y lo estrictamente narrativo.




El primer personaje, Marin Marais. Este músico será el personaje de otra novela de Quignard, Tous les matins du monde (1991), que inspiró la película del mismo nombre dirigida por Alain Corneau

El segundo, nada menos que Aristóteles, amante de la Tragedia, la tragodía, etimológicamente relacionada con la muda de la voz, tragízein. El tercer personaje, tomado del clásico chino del siglo XVIII de Wu Jingzi, Los mandarines, el gran músico Pu Ya, acompañado de su maestro, Chang Lien, y de un anciano constructor de instrumentos en la China del período de las Primaveras y los Otoños que fantasea que se reencarnará en un constructor de violines de Cremona (evidentemente, Antonio Stradivarius). La relación entre Marais y Sainte-Colombe encuentra su reflejo especular en la última de las lecciones que Pu Ya recibe de su maestro y que le hace encontrar la verdad de la música en la más extrema situación de desamparo, soledad y desesperación.


Quignard, como Adorno, parece conceder gran importancia a cierta dimensión regresiva presente en toda música. Ésta sería ante todo producto de la nostalgia. Nostalgia del vientre materno. Pero también nostalgia de un estado, a la vez del individuo y de la especie, en el que lenguaje y música todavía no se habrían separado, en que el ser humano no habría perdido todavía una íntima relación con la Naturaleza, la palabra no separaría de la cosa, el lenguaje no habría abierto el abismo insalvable del deseo imposible de satisfacer. La música, también, como un ritual de duelo (En Todas las mañanas del mundo Sainte-Colombe hace música para su difunta mujer; la música se hace para evocar a los muertos, para comunicarse con ellos).

Todo esto justifica la importancia de la resonancia como metáfora. Al fin y al cabo, la resonancia es la persistencia del sonido cuando su causa ha cesado, el sonido después del sonido, el sonido que persiste cuando ha perdido su cuerpo, memoria viva... El sonido es la sustancia más lábil –en esto sólo superada por la luz-. Pero ¿acaso el sonido puede morir del todo?

Por eso, paradójicamente... quizás se pueda invertir la imagen, y la nostalgia por la pérdida se pueda contemplar también, a la vez, como una aspiración utópica: Sehnsucht...

También, según Quignard, la composición musical –sobre todo la música instrumental- es un arte “frecuente y desesperadamente masculino”. ¡Qué interesante sería comparar la experiencia de Marais, por ejemplo, con la de esa maravillosa compositora veneciana, Barbara Strozzi (1619-1677)! Hija –ilegítima- de un poeta, Giulio Strozzi, que le proporcionó una educación exquisita. En la Gemäldegalerie de Dresde se puede contemplar el que casi con toda seguridad sea un retrato suyo, también con el bajo de viola. Bien es cierto que nunca perdió la privilegiada relación con su voz de la que habla Quignard: considerada “virtuosísima cantante”, consagró toda su producción musical a la voz. Con todo, no puedo dejar de pensar que la muda decisiva para entender el sentido de la música –o al menos ciertos aspectos, ciertas tendencias posibles en ella- es más la primera –la que tiene que ver con el acceso al lenguaje articulado, no menos ligada al problema del sexo, del cuerpo, del género- que la de la pubertad.

La lección de música fue editada en castellano por El Funambulista, Madrid, 2005, en la excelente traducción de Ascensión Cuesta.

J.C.L.

4 de marzo de 2008

LITERATURA

Como la literatura, afirman los príncipes de la falacia, se caracteriza por su capacidad de ejercer como símbolo o representación emblemática de un grupo identitario, la existencia de una historia de la literatura habría de venir irremediablemente motivada por dicho impulso de pertenencia, de incorporación de la población en una comunidad determinada.
Pero, ¿y si en una subversión de los valores, sobre todo de aquellos que caracterizan nuestro más pestilente presente, por ejemplo, apareciera una historia de la literatura sin nombres ni fechas, sin periodos ni movimientos?
El sueño de revestir la nada de materiales pedagógicos cristalizaría, entonces, en algo totalmente ajeno a nuestro acostumbrado zorrerío intelectivo: Gógol sería Ibsen e Ibsen, Lorca. Chaucer ganaría el Nobel, Cervantes se suicidaría y todos los versos escritos de todos los libros escritos serían de Poe.
En esta nuestra genealogía, Dante leería a Tolstoi, Dickens a Malaparte y Rilke a Muñoz Molina. Marlowe sería Shakespeare; Sófocles sería Pound, ninguna lengua tendría patria, ningún poema tendría ritmo, ni métrica, ni rima…
Tan sólo un folio en blanco.
Historia de la Literatura íntima.
M.V.

3 de marzo de 2008

Montero Glez, desde los tejados


No es blasfemia concebir la literatura actual como un campo de batalla colonizado por reatas de escritores que aportan nada y que siembran sus tierras fértiles con historias un poco mantecosas, bastante complacientes. Uno, que va observando día a día cómo se cohesiona su panorámica, se complace cuando descubre que desde los tejados un francotirador amenaza a cañonazo limpio la estética vigente, la narrativa vigente, la vigencia de artículos en franco estado de descomposición. En la labor de Montero Glez se cuelgan tres novelas, Sed de champán (2002), Cuando la noche obliga (2003) y Manteca colorá (2005), un blog combativo y varias entrevistas en la prensa en las que afirma que es el escritor más pimpollo del panorama literario español. En sus novelas encontramos historias de pasiones y personajes de inclinaciones primitivas, con una clara vocación por los actos violentos en los que no se escatima el horror, la sangre o el sexo descarnado, configurándose en su obra, en última instancia, una estética tremendista de los bajos instintos humanos de nítido origen vallinclanesco. Es tal vez que piense que sus personajes hablan en jerga chulesca, emputecen la sonrisa y tienen ojos de carbón mojado. Es tal vez que piense que su prosa contundente me asombra y que su humor grueso me descojona. Él asegura que sus referentes están en las novelas de quiosco, en Marcial Lafuente Estefanía. Su oficio es ametrallar desde los tejados. Seguramente la niña de Rajoy nunca lo leerá, ni tampoco nadie de su cúpula, pero yo me siento muy orgulloso de haber nacido en su mismo barrio.

J.C.

2 de marzo de 2008

Cinema

O filme “Tropa de Elite” levou o Urso de Ouro no último Festival de Berlim. Parte da imprensa estrangeira (por ignorância, creio eu) criticou o filme, chamando-o de fascista. A película também não apareceu no Oscar; o Brasil optou por outro representante, de menor expressão. Fica a idéia de que não quiseram expor as vísceras e mazelas do país. Uma pena!
É claro que o cinema pode trilhar caminhos que não os da realidade. A ficção e os sentimentos conduzem a temas muito interessantes, mas a violência urbana é nossa miséria mais cruel: realidade nua.
Atualmente, esse cenário ocupa corações e mentes: milhões de brasileiros lotaram as salas de projeção, foi um sucesso de bilheteria. E as autoridades competentes - ao renegar o filme de José Padilha - reagiram como avestruzes, que enfiam a cabeça na areia com a ilusão de se esconder do mundo. Desta forma , boicotaram uma “verdade inconveniente”.
Mas Padilha não queria falar de flores. A guerra entre policia e traficantes faz parte do cotidiano do país. E - no meio do fogo cruzado - está a população, que é espectadora e coadjuvante da tragédia social.
“Tropa de Elite” é a voz da nossa realidade. Possui uma primorosa fotografia, mereceu o prêmio! Vale a pena conferir!

Lu. Brasil

1 de marzo de 2008

Patrimonio de la humanidad

Me comentaba el otro día una conocida japonesa, Ai, en trance de aprender el francés en un envidiable año sabático en su trabajo del aeropuerto de Osaka, la sorprendente opinión de que la cocina francesa es poco variada.

Si la oyera Sarkozy, que va a pedir a la UNESCO que la declare patrimonio intangible de la humanidad....

Creo que Ai ha sacado esta idea equivocada no de la cocina francesa, sino de los restaurantes franceses (o parisienses). El último ejemplo lo tuve el otro día, en la Maison de l’Amérique latine, con un envidiable espacio vital para los comensales, tan inhabitual en París.

Comimos frente al balcón que da a su magnífico jardín, que se convierte en terraza cuando viene el buen tiempo. Incomparable marco.

¿Pero incomparable carta también? Pas du tout.

Menú del mediodía: 40 euros. [El de la noche, 50]. A elegir entre dos primeros platos, dos segundos y dos postres, uno de los cuales se había agotado. Milhojas de berenjena, lubina rellena y tartaleta de frutas agrias. Aparte, vino, agua y café.

Para carta de tan corto recorrido, le acompañaba un mamotreto para el vino de dimensiones no ya impresionantes, solo simplemente ridículas. Como comprar un lápiz y acompañarlo de un manual de instrucciones como la guía telefónica. “¿De qué vais?” ¿Debo deducir que lo importante es el vino; y la comida, una enojosa excusa para acompañarlo?

Menú correcto, pero con el retrogusto de comer en la cantina el rancho del día, eso sí, con un cocinero de primera división que hace cocina en molde.

A Ai le debe pasar lo mismo.